Resiliencia, capacidad para abordar, procesar e integrar las experiencias de la vida, e integrarlas en crecimiento y aprendizaje
La cantidad de eventos y cambios que están ocurriendo en el planeta, sumados a nuestras experiencias individuales, pueden resultar abrumadores.
Cuando nos sentimos abrumados, la respuesta natural e inteligente de la vida para protegernos es llevarnos a un estado de sobrevivencia. En este estado, nuestro cuerpo se estresa, nuestra perspectiva se reduce y respondemos de una de 3 formas: pelear, huir o congelarse. Esta respuesta es apropiada por un periodo de tiempo corto, mientras tenemos el espacio para procesar la situación que la indujo. Cuando no logramos procesar e integrar la experiencia, la respuesta se convierte en un estado crónico desde el cual nuestra capacidad para abordar las situaciones y la vida es cada vez más limitada, estresante, desconectada y aislada.
Expandir la capacidad para aceptar, procesar e integrar la vida en la medida que se desarrolla es una de las cosas mas compasivas y generosas que podemos hacer por nosotros mismos y por los demás.
Esta capacidad interna nos permite:
Estar presentes con lo que sucede
En sintonía con nuestra experiencia interior y en conexión con el mundo exterior
Acceder a los recursos para responder desde sabiduría y compasión en lugar de hacerlo desde la reactividad
En esta área ofrezco espacios grupales para explorar las implicaciones de vivir en un mundo en transición, profundizar en elementos fundamentales para ser resilientes, y compartir prácticas para expandir la capacidad de navegar los desafíos del momento presente y crecer con la experiencia.
Temas que se exploran:
Un mundo en transición: la tensión del momento que vivimos nos invita a alinearnos con el surgimiento de una civilización que sea la manifestación de nuestra verdadera esencia: una misma Vida expresada a través de la diversidad.
Confianza en la vida: abrirse a reconocer la inteligencia del proceso que estamos viviendo y a fluir con la experiencia desde la compasión y el empoderamiento.
Cultivar la conexión con nuestra esencia: en nuestro interior está la fuente real de los recursos que necesitamos para abordar la vida con compasión, coraje, sabiduría y creatividad.
Sintonización con la experiencia interior: tener consciencia de la capacidad para asumir las experiencias de la vida; conocer y respetar los propios límites.
Regulación: capacidad para recuperar el centro y crear el espacio interior para sostener, procesar e integrar las experiencias de la vida:
El papel del cuerpo en nuestra capacidad de ser resilientes
Crear y sostener un espacio interior seguro para explorar y procesar estados emocionales
Campo de las relaciones: el don de la co-regulación